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martes, 24 de septiembre de 2013

High Speed! Capítulo I

Traducción de la novela ligera High Speed! al español. Agradecimientos a sunnyskies por permitirme usar su trabajo como base. {Sunnyskies realiza la traducción al inglés directamente desde la novela en japonés, aquí el link}


High Speed!
Capítulo I: Nadar
El agua está viva. Incluso cuando su superficie se extiende silenciosamente, cuando ni siquiera débiles ondas pueden ser vistas, solo está conteniendo la respiración, casi como esperando a su presa. Y, si tú fueses a saltar en ella, inmediatamente mostrará sus colmillos y atacará, acompañada por una momentánea lluvia de gotas. Se envolverá alrededor de tu cuerpo tratando de robar la libertad de tus miembros. Mientras más luches, más pesada y persistentemente se enroscará, agotando tus fuerzas prontamente.
Sin embargo, si ajustas tu posición sin luchar, el agua volverá a la calma. Desde allí, dirige tus dedos hacia un punto en la superficie del agua y crea una entrada, deslizando entonces tu cuerpo hacia adelante lentamente – tus brazos, tu cabeza, tu pecho, tu estómago y tus piernas.
No rechaces el agua, acéptala. No niegues el agua, reconoce su existencia. Lo importante es recibir el agua, sentirla con tu piel, tus ojos, tu alma. Sin dudar de lo que sientes. Creyendo en ti mismo.
***
Haruka puso su mano en la pared de la piscina y sacó la cabeza fuera del agua. Aunque, por acabar de nadar mil metros a crol[i], era de esperar que se encontrara sin aliento, no era el caso en lo absoluto. Cuando se quitó los goggles[ii] halló una mano extendida frente a sí; sus ojos se movieron brazo arriba. Un chico llamado Makoto estaba mirando a Haruka con una amistosa sonrisa.
Para ser un alumno de sexto grado, Makoto era un buen tanto más alto que el promedio. Tenía hombros anchos de construcción sólida y, posicionado sobre ellos, un rostro lo suficientemente juvenil como para lucir fuera de lugar en relación a su cuerpo. Todo esto se conjugaba junto a un par de cejas arqueadas, de aspecto amable. Era Tachibana Makoto.
Haruka tomó su mano y fue sacado de la piscina con una cantidad de fuerza sorprendente para ser ejercida por el dueño de ese rostro sonriente con cejas arqueadas.
–Nadas tan graciosamente como siempre. Es como si fueras un delfín, Haru-chan.
–Creo que es hora de que dejes de poner el ‘-chan’ en mi nombre.
Él no tenía la altura de Makoto, pero su delgado, tonificado cuerpo, le daba un aire de energía que no parecía venir de su musculatura. Además, de algún modo su mirada lo hacía lucir rápido. Era Nanase Haruka.
Ambos llevaban ya tres años yendo al Club de Natación Iwatobi. Originalmente, había sido una sugerencia de Makoto y Haruka simplemente le había seguido la corriente; incluso ahora lo sentía de esa manera.
Lo único que tenían en común era que iban a la misma escuela y eran miembros del mismo club de natación. Y, además, ambos tenían nombres de chica.
A Makoto no le importaba mucho, pero Haruka estaba atascado en este último punto. Odiaba, más que cualquier cosa, que lo molestaran por su nombre y, siempre que podía, se limitaba a usar su apellido en público. A pesar de eso, en aquellas ocasiones en las que sí o sí debía decir su nombre de pila, tenía el hábito de mirar fijamente hacia un lado, susurrándolo tan despacio como fuera posible. Cada vez que presenciaba esto pasar, Makoto se veía divertido.
–Entendido. Entonces, ¿ya terminaste por hoy, Haru?
Así era como Makoto, que lo llamaba ‘Haru-chan’ desde el jardín de niños, decidió decirle. Tan solo ese cambio en su nombre era suficiente para acarrear la sensación de que su relación había cambiado también.
–Te lo dije, no necesitas poner mi nombre al final de cada oración. Y llámame por mi apellido–. Aunque no estaba enojado, su tono sonó autoritario y cortante. Siempre era así.
Sin lucir molesto, Makoto simplemente siguió sonriendo y contestó.
–Haru, tú me llamas  ‘Makoto’, ¿no es cierto? ¿Debería decirte Haruka, entonces?
Haruka tensó los hombros ante el modo poco familiar con el que había sido llamado.
–Si me dices así, no te hablaré más.
–Muy bien, entonces definitivamente seguiré llamándote ‘Haru’.
Siempre terminaba así. Sin importar con cuanta fuerza Haruka discutiese, sin importar cuánto intentara resistirse, al final todo volvía a favor de Makoto. En momentos como ese, Haruka se callaba y miraba hacia el lado. Hablar más sobre el asunto sería molesto, pero, por otro lado, tampoco había modo alguno de que él se rindiese por completo. En el caso Haruka, esto se demostraba en su comportamiento, cuando desviaba la mirada silenciosamente.
Makoto puso sus goggles en su lugar mientras se paraba en el bloque de partida, para luego saltar fugazmente. El agua salpicó en todas direcciones. A diferencia de Haruka, él forzaba su camino a través del agua con una brazada casi violenta y una patada fuerte. Era como una orca persiguiendo a su presa con ferocidad.
Sin quedarse a mirar como Makoto alcanza la pared a cincuenta metros de distancia, Haruka se dirigió a las duchas. Quiero apurarme para quitarme de encima toda esta agua de piscina que se ha entibiado por culpa de Makoto. Pensando solo en eso, se quitó la gorra con desgarbo.
***

El viento norte sopló, haciendo crujir las ramas de álamo. Ya no quedaban en ellas más hojas por caer y los árboles temblaban como la voz de un anciano pidiendo perdón.
Frente a la entrada principal de la escuela Primaria Iwatobi, una calle ancha de dos pistas se enangostaba hasta convertirse en una calzada bordeada por álamos, donde definitivamente no había espacio suficiente para que los autos se adelantaran unos a otros, y continuaba con esa extensión hasta la siguiente intersección. Ya que no había con qué protegerse del viento, en invierno no había otra opción más que caminar de cara a él sintiéndolo en el rostro. Los niños que atendían a esa escuela encogían los hombros y cerraban la boca firmemente ante el frío.
Fue en esa temporada, justo cuando el nuevo año comenzaba, que Matsuoka Rin se transfirió a la escuela.
–Mi nombre es Matsuoka Rin. Vine aquí desde la Primaria Sano. Tengo nombre de chica, ¡pero les aseguro que soy un chico! Espero que nos llevemos bien.
La sala de clase se sumió en un silencio repentino. Quizás están nerviosos al ser enfrentados a un nuevo compañero. O quizá esta clase está llena de honorables estudiantes que son generalmente tranquilos. Pero no tuvo mucho tiempo para seguir con esa línea de pensamiento, pues el silencio rápidamente se convirtió en un parloteo. Bueno, soy un estudiante de transferencia que llegó fuera de temporada, ya que llegué aquí en Enero de sexto año y, además, tengo nombre de chica. Su reacción es natural. Mientras Rin pensaba en esto y paseaba su mirada sobre la clase, uno de los chicos se levantó de su puesto.
–¡Matsuoka-kun! –. Era Tachibana Makoto. Estaba mirando a Rin alegremente, con una sonrisa amigable en el rostro.
Rin ya sabía que él asistía a esa escuela, pero…
–¿…Tachibana-kun? No sabía que estabas en esta clase.
–Pues sí, lo estoy. Haru-chan… Es decir, Haru está con nosotros también –. Makoto volvió su cabeza para mirar hacia el lado. Allí, en el lugar hacia donde se dirigían sus ojos, estaba sentado Haruka, observando a Rin tan inexpresivamente como siempre.
–Ya veo… Nanase-kun también está aquí–. Nanase Haruka. Poco sociable, como siempre. Sabía que también venía a esta escuela pero no pensé que terminaríamos en la misma clase.
Los tres tenían muchas cosas en común. Eran alumnos de sexto grado, eran nadadores y tenían nombres de chica. Y, ahora, el estar en la misma clase se añadía a esa lista. Los alumnos comenzaron a hablar nuevamente, preguntándose cómo era que se conocían. El misterio se convirtió en tema para su curiosidad y atrajo el interés de todos.
En el receso no era poco común ver a todos reunidos alrededor del estudiante de transferencia. En cierto modo, se podría decir que ese era el destino de todo estudiante de transferencia; el verse enfrentado a un bombardeo de preguntas, el ser presionado insistentemente por información, el encontrarse completamente expuesto. El tener que hablar sobre cosas que ni siquiera con amigos cercanos se quiere hablar. Pero, para jugar bien el papel de recién llegado, se debe considerar que la primera impresión es muy importante. Sin importar cuál sea la pregunta, debe ser contestada claramente, con una sonrisa.
Sin embargo y como era de esperar, para el final del tercer recreo Rin estaba, finalmente, comenzando a cansarse. Así que cuando llegó la hora del descanso de la tarde, se puso en la fila junto a los que ya habían terminado de comer. Bueno, es hora de empezar la segunda mitad del día.
Justo cuanto inhalaba profundamente para prepararse, una mano se posó en su hombro. Aunque no había mucha fuerza en el gesto, pudo sentir una fuerte energía viniendo de ella y frunció el entrecejo ligeramente. Incluso sin girarse, lo sabía. Era Haruka. No se le podía ocurrir que otra persona en su clase fuera capaz hacer eso.
–Ven conmigo por un segundo –. Sin decir nada más, Haruka se adelantó y comenzó a caminar.
Rin lo observó alejarse y tomó un poco de aire, sorprendido por la actitud desenfadada y algo engreída de Haruka. Por un momento quiso actuar como un extranjero y extender los brazos hacia los lados en confusión,  pero un pensamiento lo detuvo. Ese tipo de pose afectada no le vendría bien a un estudiante de transferencia, ciertamente, así que no lo hizo. Mientras miraba la espalda de Haruka, preguntándose qué hacer, alguien, inesperadamente, le dio un gentil empujón, haciendo que trastabillase un poco.
–¿Qué haces? Te están dejando atrás –. Un sonriente Makoto pasó por el lado de Rin.
–Sí, sí, ya voy.
Rin sintió la mirada de alguien sobre sí y miró alrededor para encontrarse con que la clase completa estaba observándolos a los tres con curiosidad atiborrando sus ojos. Que bueno que no tomé esa pose ridícula, pensó. Entonces, como si estuviese escapando de sus miradas, Rin apuró el paso tras Makoto.
***

Los pasos de Haruka se detuvieron entre el edificio de la escuela y la piscina. Sobre ellos, las ramas de un gran árbol de cerezo se extendían sin hojas ni flores, llenas, en cambio, con el frío del invierno. Casi como si estuviese buscando algo, se enfrentaba al distante cielo desenvolviéndose en toda su grandeza. El árbol de cerezo estaba allí desde hace mucho tiempo antes de que la escuela fuese construida.
Rin tomó la palabra; su voz sonando fuera de lugar en el ambiente.
–Woah, ¡este árbol es genial! ¿Es un árbol de cerezo o algo así?
Es un árbol de cerezo, Haruka pensó sin decir nada.
–Es un árbol de cerezo –dijo Makoto, riendo, porque entendía lo que Haruka pensaba.
Rin puso su mano en el tronco del árbol y miró hacia el cielo a través de las brechas existentes entre el enrevesado conjunto de ramas.
–Hey, cuando es primavera y las flores de cerezo caen, muchas de ellas van a parar a la piscina, ¿no?
Haruka y Makoto miraron hacia la piscina. Ya que no había recibido mantención, sobre ella se encontraban esparcidas las hojas secas que habían caído.
–Quiero intentar nadar así algún día, en una piscina llena de flores de cerezo –dijo Rin, sonando extrañamente sentimental.
Makoto observó largamente la expresión asentada en su rostro.
–En esa época del año el agua aun está fría, así que no podrías hacerlo. En verdad creo que es mejor nadar en el verano.
Haruka estaba sorprendido.
–¿Planeas estar aquí para el próximo año? –. Su voz se mezcló con el sonido de las ramas quejándose por el viento norte, siendo ahogada hasta la nada.
Rin apartó su mano del árbol y la puso en su bolsillo.
–¿Cuál es la idea de llamarme a un lugar como este? ¿Acaso planeas gastarle una broma al estudiante de transferencia en su primer día? –. Mientras lo decía, Rin comenzó a reír, como si encontrase que la idea era divertida. Contagiado por su regocijo, Makoto se río también.
Haruka los observó con ojos fríos, y Makoto se aclaró la garganta ligeramente antes de volverse hacia Rin.
–No, Matsuoka-kun. Dejando de lado las bromas, hay algo que queremos preguntarte.
Antes de que Makoto terminase lo que estaba diciendo, Rin lo interrumpió.
–Fue una coincidencia, en serio, una coincidencia. Cuando nos mudamos, terminé asistiendo a esta escuela. ¡Yo también estaba sorprendido! Nunca creí acabaría en la misma clase que ustedes, chicos. Es una coincidencia bastante loca, ¿no?
Ellos se habían topado con Rin muchas veces en los encuentros de natación locales. Esa era su única conexión. No eran lo que se diría cercanos; apenas habían mantenido una conversación normal.
***

Había ocurrido en marzo pasado. El primero en acercarse y hablar había sido Rin.
–Eres rápido ¿De verdad eres un estudiante de primaria?
No estaba claro si le hablaba a Haruka o a Makoto, pero, de todos modos, fue Makoto quien respondió en esa ocasión.
–Matsuoka-kun de Sano SC, ¿verdad?
Recordaba que Rin lucía muy feliz al escuchar eso.
–¡Ah, lo sabías!
Era la primera vez que participaban en un encuentro de natación local. Haruka había ganado en los cien metros a estilo libre, y Makoto había ganado en los cien metros a braza, pero en las carreras de cincuenta metros, ambos triunfos habían sido de Sano SC. De Rin de Sano SC, específicamente.
–Solo tenían el curso largo[iii] hoy, pero si hubiesen tenido el curso corto[iv], apuesto que podría haber ganado los cien metros también.
No sonaba si fuese un mal perdedor resentido tratando de parecer fuerte. Ambos creían que, probablemente, tenía razón. Tanto Haruka como Makoto habían sido dejados atrás por Rin en la partida, tomando la delantera solo alrededor de los setenta metros; en otras palabras, después de haber dado la vuelta.
Aunque Haruka había ganado, no estaba particularmente feliz. No le importaba perder o ganar. Ni una sola vez había nadado para obtener el triunfo. Pero se sentía extrañamente irritado por la discrepancia entre sus partidas.
Cuando Haruka había dejado atrás a Rin y alcanzado la meta, Makoto estaba tan feliz por él como había estado por sí mismo.
–¡Felicitaciones! ¡Es genial que hayas ganado!
Como si no acabases de ganar tú mismo, pensó Haruka, hablando para decir algo completamente diferente.
–¿Quién es ese? –. Señaló a Rin, que yacía despatarrado a un lado de la piscina.
–Lo llaman Matsuoka-kun, de Sano SC.
No era un nombre que hubiese escuchado antes, pero ahora que lo sabía, no hacía mucha diferencia. Haruka simplemente quería recordarlo: el oponente que lo había hecho sentir molesto; el modo en que lucía tirado allí, con sus goggles aun puestos y la respiración pesada. Me pregunto si está llorando. Se volteó luego de que Rin desapareciera de su vista mientras pensaba en eso. Fue entonces cuando Rin se había acercado a hablarles. Solo charlaron por el corto periodo de tiempo que antecedió la ceremonia de premiación.
–Tengo que trabajar un poco más en mi fuerza –. Rin tenía aproximadamente la misma altura que Haruka, pero había conseguido un buen equilibrio; en verdad se podía decir que su físico era adecuado para la natación competitiva.
–Pero no creo que se trate solo de fuerza –dijo Haruka. Él nunca había nadado una carrera dependiendo solo de su fuerza.
Como siempre, era tarea de Makoto continuar su comentario.
–Matsuoka-kun, la patada subacuática[v] de tu partida fue increíble. ¡Me sorprendió que pudieras moverte a través del agua de ese modo!
De repente, alguien llamó a Rin desde la distancia.
–¡Hey, Rin! ¡La ceremonia de premiación está a punto de empezar!
–¡Ya lo sé, Sousuke! ¡Estaré allí en un segundo! –respondió Rin, para luego volverse hacia Haruka y Makoto. –No perderé la próxima vez. Nademos juntos de nuevo, ¿bueno? –. Se despidió agitando la mano mientras se iba.
–¡Trabajaremos tan duro que tampoco perderemos contra ti! –replicó Makoto con una sonrisa. –Oh, mira, mira, ¡la ceremonia de premiación está comenzando! –dijo mientras empujaba a Haruka por la espalda.
Así conocieron a Rin. Desde entonces, lo habían visto en casi todos los encuentros a los que iban.
***

Las ramas del árbol de cerezo fueron empujadas por un repentino soplo de viento, inclinándose con un gran crujido. Se levantó polvo, y los tres chicos cerraron los ojos en un acto reflejo. Por un momento, una fuerte ráfaga paso a su lado. El viento polvoriento rugió en dirección al patio de la escuela, girando de izquierda a derecha, causando tanto alboroto como le placía.
Rin miró en la dirección a la que el viento se dirigía, escupiendo un poco de polvo.
–¿Qué demonios le ocurre al viento hoy? Ugh, tengo arena en la boca ¿Acaso es siempre así aquí? –preguntó, escupiendo de nuevo.
–Definitivamente no suele comportarse así. ¡Pensé que nos llevaría volando! Vamos, volvamos a la escuela, Haru.
Antes de haber terminado de hablar, Makoto ya estaba dirigiendo sus pasos hacia el edificio de la escuela. Los otros chicos que jugaban en el patio también estaban corriendo de vuelta al interior como si el viento los persiguiese.
No se trataba de que Haruka hubiese llevado a Rin allí para mostrarle el árbol de cerezo. Aun no le había preguntado nada, ni descubierto algo. ¿Fui acaso burlado por el viento? pensó, sintiéndose frustrado. Todavía no sabía si la transferencia de Rin era una mera coincidencia. Sin embargo, era fácil para él creer que les afectaría tanto a él como a Makoto de algún modo. Y si les afectaba, se transformaría en un problema.
Haruka evitaría verse envuelto en ello. Por eso había llamado a Rin, para intentar advertirlo, pero ahora sentía que perseguir el asunto aun más sería una molestia. Después de todo, mientras más se obsesionara con ello, más atrapado se vería.
Apartando sus ojos de Rin, que estaba corriendo hacia la escuela, Haruka miró solo  una vez como las ramas del árbol de cerezo eran empujadas por el viento.




[i] Crol: Es otro nombre que se le da al estilo libre {freestyle}.
[ii] Goggles: Lentes utilizados para natación. También son conocidos como gafas protectoras y antiparras, pero este será el término utilizado para los efectos de está traducción.
[iii] Curso largo: Son las carreras de natación en piscinas con carriles de 50 metros de largo {esa es la longitud estándar de la piscina olímpica}. En general la distancia a recorrer suele variar ser de 50, 100 o 200 metros.
[iv] Curso corto: En este caso las carreras se dan en piscinas con carriles de 25 metros de largo.
[v] Patada subacuática: También llamada patada de delfín, es una técnica de natación que, en palabras sencillas, implica realizar una onda con todo el cuerpo bajo el agua para impulsarse hacia adelante.

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